1. Programación de la Sesión Casual:
Una vez realizado el contrato, es su responsabilidad contactar al fotógrafo para agendar la sesión casual. Por favor, avise con suficiente anticipación cuando la quinceañera tenga definidos su vestuario y otros detalles importantes. Esta coordinación debe hacerse con tiempo, no un día antes a la fecha agendada.
2. Acuerdo y Confirmación Final:
Una vez que usted y el fotógrafo acuerden la fecha, hora y lugar para la sesión casual, es fundamental CONFIRMAR SU ASISTENCIA UN DÍA ANTES. Esta confirmación es crucial para evitar inconvenientes y asegurar la disponibilidad del fotógrafo. La falta de confirmación puede resultar en la cancelación de la sesión casual, ya que hemos tenido experiencias en las que el equipo asiste y la cliente no, debido a imprevistos no notificados.
3. Consideraciones sobre la Locación:
Es importante dialogar sobre el lugar de la sesión. Por ejemplo, locaciones populares como los Campos Elíseos suelen estar muy concurridas los sábados. En estos casos, para optimizar el tiempo y la calidad de las fotografías, el fotógrafo podría sugerir iniciar en áreas alternativas cercanas, como la rotonda u otros puntos estratégicos del mismo lugar.
4. La Importancia de la Puntualidad (Día del evento):
La sesión formal del día del evento se programa, generalmente, dos horas antes de la misa (si aplica). La puntualidad es esencial. Llegar a tiempo nos permite aprovechar al máximo nuestra oferta de fotos ilimitadas sin prisas. Un retraso puede significar una sesión apresurada y el riesgo de no ser admitidos en la iglesia (si aplica) por llegar tarde.
5. Ventajas de un Paquete sin Cobertura en Iglesia:
Optar por un paquete sin cobertura en la iglesia ofrece una gran flexibilidad, ya que nos permite dedicar todo el tiempo necesario a la sesión formal del día del evento sin las presiones de horario de la ceremonia religiosa. (Nota: No cubrimos sesiones en domicilios particulares).
6. Restricciones en Iglesias y Alternativas:
NO somos responsables si se nos prohíbe en las iglesias hacer nuestro trabajo y tampoco hay ajuste de precio.
Cada vez más iglesias tienen políticas estrictas que limitan o prohíben el trabajo de fotógrafos y videógrafos profesionales, Sin embargo, estas restricciones generalmente NO aplican a los familiares. Al no contratar la cobertura de la ceremonia, usted no solo obtiene un ahorro de dinero significativo, sino que también tiene la opción de que sus familiares capturen esos momentos. Con gusto, podemos integrar las fotos y videos que ellos tomen en la edición final del evento sin ningún problema.